En algunas ocasiones, hay que pagar una fianza en el momento de llegada. En los casos en los que se aplique, esto se indicará en la descripción del alojamiento. Es una medida de seguridad del arrendador frente a posibles daños en el inventario y posibles costes adicionales y no entra dentro del ámbito de responsabilidad de Sembo. La fianza se paga directamente en la recepción/oficina encargada de las llaves y varía en función del tamaño y el estándar del alojamiento. Puede ser buena idea no calcular la fianza en los fondos del viaje. Si abandonas el alojamiento vacacional en un momento concreto, el propietario no podrá comprobarlo ni el uso que has hecho de luz y agua, y puedes pedir que te devuelva la fianza.